He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

jueves, 5 de junio de 2014

Test de Bechdel

Hace tiempo descubrí el Test de Bechdel y desde entonces lo he "aplicado" montones de veces no sólo a pelis, que parece que es para lo que fue ideado en origen, sino también a cualquier otro "formato": cómics, teatro... y por supuesto novelas y cuentos.

La idea es sencilla: se trata de hacer varias preguntas relacionadas con lxs personajes que aparecen en la historia para valorar cuánto se ha tenido en cuenta el punto de vista femenino y cuánto pesa el androcentrismo en dicha historia:
  • En la narración (peli, obra de teatro, cuento, cómic, novela, etc.) aparecen al menos dos mujeres y cada una de ellas tiene nombre propio.
  • En algún momento de la historia mantienen una conversación entre ellas.
  • Y esa conversación NO trata sobre algún hombre.
Parece que las preguntas son relativamente inocentes y sencillas pero es sorprendente la cantidad inmensa de pelis o novelas que no pasan el test, pelis en las que sólo o casi sólo hay hombres (o chicos o niños), en las que las mujeres sólo tienen un papel secundario...

El test aparece por primera vez en 1985 en una tira de cómic de Alison Bechdel, titulada The rule, y se lo atribuye a su amiga Liz Wallace:

Últimamente he pensado mucho en ello especialmente respecto a las novelas para público infantil y juvenil. Me sorprende, para bien, cómo se cuidan estas cosas en algunas novelas (no necesariamente recientes) como las de Christine Nöstlinger, Mirjam Pressler, Gunnel Linde o Astrid Lindgren... (casualmente todas mujeres...)
Sin embargo, en otras es muy difícil encontrar personajes femeninos interesantes, incluso en libros mucho más recientes de autores y autoras que parece que deberían estar mucho más implicadxs en el tema del género, aunque sólo fuera por influencia del entorno y por todos los cambios que ha habido en las últimas décadas en nuestra sociedad.
Un buen ejemplo, para no imitar, es la insustancial y decepcionante Historia de un segundo, del extremada e increíblemente prolífico Jordi Sierra i Fabra, que leí no hace mucho, novela que a pesar de estar publicada hace cuatro o cinco años y ser uno de los más recientes premios Barco de Vapor, sorprendentemente mantiene y perpetúa los mismos modelos de siempre: chica encerrada por su padre en lo alto del torreón y chico que la rescata y son felices para siempre........ ¡Un espanto!

***

No hay comentarios:

Publicar un comentario