He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

viernes, 25 de marzo de 2016

Soy el puto amo

Recuerdo que la primera casa en la que viví cuando me fui de la de mis padres la compartí con dos amigos, compañeros de carrera, también profes de matemáticas y física como yo. Con uno de ellos recuerdo que de vez en cuando tenía conversaciones en las que fantaseábamos con la idea de escribir.
Hace de eso ventitantos años.
Recuerdo que los dos lo habíamos intentado alguna vez pero sin mucho convencimiento. Y recuerdo, sobre todo, que en varias ocasiones hablamos de qué sentido tenía tratar de escribir ahora cuentos chulos cuando Cortázar ya hacía tiempo que había dejado escritos todos los suyos. ¿Qué podíamos aportar nosotros? ¿Qué se podía añadir a lo que ya habían escrito él y tantos otros?
La sensación que teníamos era que nos conformábamos con que lo mejor que pudiéramos escribir nosotros alguna vez fuera como la basurilla que Cortázar tiraba a la papelera...
No sé si mi amigo habrá intentado escribir en estos años. La próxima vez que nos veamos le tengo que preguntar. Yo lo estoy intentando. Sé que no soy Cortázar, pero me está sentando muy bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario