Robert Kennedy, cuya casa de veraneo está a unos doce kilómetros de mi residencia habitual, sufrió un atentado hace dos noches. Murió anoche. Así fue.
Martin Luther King sufrió un atentado hace un mes. También murió. Así fue.
Y cada día, mi gobierno me pasa cuentas de los cadáveres logrados por la ciencia militar en Vietnam. Así es.
Mi padre, que murió hace muchos años por causas naturales, era un hombre tranquilo. Tenía una importante colección de armas de fuego y me la legó. Se están enmoheciendo.
De la novela Matadero cinco [1969] de Kurt Vonnegut [1922-2007].
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