He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

viernes, 21 de octubre de 2016

Dylan

Me hace gracia, por decir algo, la polémica que ha generado que le dieran hace unos días el Nobel de Literatura a Bob Dylan. Debo reconocer que no he conseguido tener una opinión muy clara sobre ello, pero reconozco también que me llama mucho la atención haberme encontrado con gente tan a favor y tan en contra.
Gente a la que admiro, y cuya opinión atiendo y respeto, se muestra completamente entusiasmada estos días colgando y compartiendo sin parar cosas de Dylan en facebook, y otras personas a las que también admiro y cuyas opiniones, aunque no las comparta siempre, también sé que debo atenderlas porque son gente que no da 'puntás' sin hilo, considera que esto del Nobel a Dylan es una señal de los tiempos que vivimos, demasiado rápidos, precipitados, tiempos en que quienes tienen que decidir cosas así no llegan a poder detenerse para leer y pensar con calma.

[Dejo de lado, claro, por insustanciales, opiniones como la de algún escritorcito cantamañanas que he visto por ahí que se descuelga diciendo que Dylan es un mojabragas y que la literatura es lo de los libros. En fin.]

Mientras tanto, por qué no, seguimos leyéndole y escuchándole, por si acaso...

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