He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

lunes, 27 de junio de 2016

Ya no hay locos

Ya no hay locos,
ya no hay locos,
ya no hay locos, amigos, ya no hay locos...
ya no hay locos,
ya no hay locos, en España, ya no hay locos...

Se murió aquel manchego, 
aquel estrafalario fantasma del desierto...

Ya no hay locos,
ya no hay locos, en España, ya no hay locos...
ya no hay locos,
ya no hay locos, amigos, ya no hay locos...

Todo el mundo está cuerdo,
terrible, horriblemente cuerdo...

Ya no hay locos,
ya no hay locos, amigos, ya no hay locos...
ya no hay locos,
ya no hay locos, en España, ya no hay locos...

Cuándo se pierde el juicio,
yo pregunto cuándo se pierde, cuándo.
Si no es ahora que la justicia vale menos que el orín de los perros.

Ya no hay locos,
ya no hay locos, en España, ya no hay locos...
ya no hay locos,
ya no hay locos, amigos, ya no hay locos...

Todo el mundo está cuerdo,
terrible, horriblemente cuerdo...

Ya no hay locos...

Desolado con los resultados de las elecciones de ayer.
Ganó el miedo a la ilusión.
Un amigo me dice en facebook que donde yo veo miedo, otra gente ve cordura.
Pues eso.

(Los versos de arriba son una versión cantada de Paco Ibáñez [1934- ] a partir del poema Ya no hay locos de León Felipe [1884-1968])

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