He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

jueves, 12 de noviembre de 2015

Sin rumbo fijo

El mundo actualmente está lleno de chicos así que andan de acá para allá sin rumbo fijo. No logra uno imaginarse cómo van a llegar a viejos. Da la impresión de que no van a envejecer nunca. De que están condenados a quedarse siempres así, sin casa, sin familia, sin un horario de trabajo. Sin nada. Con sus cuatro trapos, y se acabó. Nunca han sido jóvenes, así que cómo van a hacerse viejos.

De la novela Querido Miguel [1973] de la escritora italiana Natalia Ginzburg [1916-1991].

No hay comentarios:

Publicar un comentario