He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

lunes, 19 de octubre de 2015

La escritora

No soy muy aficionado a leer biografías o autobiografías. Es cierto que tengo curiosidad por conocer las vidas de otrxs, pero lo cierto es que nunca me ha enganchado del todo el género. Al final prefiero recurrir a algo rápido (¿y eficaz?) como enciclopedias o wikipedias. Naturalmente recuerdo algunas excepciones estupendas a esta "regla" mía de no leer mucho las vidas de otros. Por ejemplo me pareció emocionante y triste la despedida de Labordeta en Regular, gracias a dios [2010]. Y recuerdo también que me fascinó la autobiografía de Bertrand Russell que leí hace casi treinta años, tanto que tengo muchas ganas de volver a leerla ahora que durante estos treinta años he ido llenando mi mochila con muchas más cosas de las que tenía entonces.

Por todo eso me ha sorprendido aún más este libro de Madame de Genlis. Me lo regalaron hace un par de cumpleaños y me hizo mucha ilusión por venir de quien venía y por lo mucho que me intrigó la autora, a quien no conocía de nada.
A pesar de ese interés y de esa ilusión que me provocó el regalo, el libro ha pasado unos cuantos meses, poco más de un año, esperando paciente en la estantería, se ha mudado de casa conmigo en enero y seguía en el montón de "las próximas lecturas", y varias veces lo he tenido en la mano para leerlo y mi pereza asociada a las (auto)biografías me hacía volver a dejarlo y buscar cualquier otra cosa para leer.
Hace unas semanas por fin me animé. Y me alegro de haberlo hecho.
El libro, editado por Erasmus Ediciones, tiene una primera parte que me ha interesado algo menos: un relato largo titulado La escritora, al parecer muy autobiográfico, que es el que da título al volumen. Y una segunda parte, mucho más extensa que la primera, que es en palabras del editor una amplia selección de sus espléndidas y extensas memorias, selección centrada en su aprendizaje y actividad de escritora, pero también incorporando su excepcional testimonio sobre los años finales de la monarquía y la Revolución y su trato con algunas personalidades relevantes de la época. Y ahí es donde me lo he pasado como un enano.
Madame de Genlis nació en 1746 y murió en 1830, así que fue contemporánea de la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert, de la Revolución francesa, del imperio napoleónico, o de la publicación de la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana [1791] de Olympe de Gouges, uno de los documenos "fundacionales" del feminismo.
Sus memorias, naturalmente, están escritas en ese contexto haciendo referencia constantemente a las vicisitudes propias y ajenas por las que ella y sus conocidos pasaron en esos años, y aportando sus opiniones sobre lo que ocurría y sobre los principales protagonistas de la época. Igual que habla de la Revolución o de Napoleón, comenta también pequeñas anécdotas ocurridas en una cena o en un baile que permiten reconstruir de algún modo, en nuestra mente del siglo XXI, cómo era ese mundo francés / europeo del final del XVIII y principios del XIX. También cuenta, entre esa colección de pequeñas anécdotas, sus encuentros con algunos de los personajes que conoció, como VoltaireRousseau, el pintor David, el músico Gluck o el escritor Choderlos de Laclos.

Una mujer conservadora, religiosa, perteneciente a ese mundo de la aristocracia y la monarquía que la Revolución se supone que quiso desmantelar, pero que al mismo tiempo fue música, escritora y lectora, maestra, viajera, políglota... Una mujer, desde muchos puntos de vista, adelantada a su época.

Una lectura, en definitiva, más que recomendable. Está visto que a partir de ahora voy a tener que dejar aparcada esa manía que tengo a las (auto)biografías y aficionarme más a ellas...

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