[...] En esos términos, las mujeres como género -no como individuos- están por definición excluidas de él [del poder]. No puedes encajar fácilmente a las mujeres dentro de una estructura que está ya codificada como masculina. Tienes que cambiar la estructura. Eso significa pensar en el poder de forma diferente. Significa separarlo del prestigio público. Significa pensar colaborativamente, acerca del poder de los seguidores, no sólo de los líderes. Significa, sobre todo, pensar en el poder como un atributo o incluso un verbo, no como una posesión.
Del libro Women & Power [2017] de Mary Beard.
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