He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

lunes, 1 de febrero de 2016

Melville da paso a Vila-Matas...

Empieza febrero y seguimos con nuestro Club de Lectura Serrano...

Nuestra última quedada, la del viernes 22 de enero, en la que hablamos de Bartleby, el escribiente [1953], de Herman Melville [1819-1891], fue estupenda. Algo escasa de público, como nos suele ocurrir últimamente, pero nos dio mucho juego.
Quienes hayáis leído el relato de Melville, no más de setenta u ochenta páginas, posiblemente os hayáis quedado con la duda de cómo interpretar al personaje protagonista: ¿es un antisistema que quiere desmontar la maquinaria que le utiliza? ¿es un triste, un pusilánime, un sinsangre? ¿es una especie de monje zen trasladado al Wall Street del siglo XIX? ¿es un precedente de la desobediencia civil y la resistencia pasiva? ¿es una vuelta más a Thoreau y sus propuestas? ¿es "una tuerca del engranaje que prefiere no seguir ejerciendo su función"? ¿es un enfermo al que nadie es capaz de diagnosticar? ¿es un obsesivo a quien su coherencia lleva demasiado lejos?
En fin, la verdad es que el tipo, y su historia, dan bastante juego. Y efectivamente, como me escribió una amiga ese mismo día, "una buena novela no es una respuesta sino una buena pregunta". Y en este relato eso se cumple de maravilla...

Y seguimos...

Nuestra próxima quedada es, como (casi) siempre, el tercer viernes de febrero, día 19, en el CCH de La Cabrera. Y hablaremos sobre Doctor Pasavento [2005] de Enrique Vila-Matas.

Nos vemos.

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