He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

sábado, 18 de marzo de 2017

No hay por qué llorar

—Pero yo soy real —dijo Alicia echándose a llorar.
—No te vas a volver más real por llorar —observó Tweedledee—. No hay por qué llorar.

Diálogo de A través del espejo [1871], de Lewis Carroll [1832-1898], que me he encontrado al inicio de Las buenas intenciones y otros cuentos, el libro de mi profe Ángel Zapata que estoy leyendo estos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario