He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

martes, 28 de febrero de 2017

Apenas dormí

Apenas dormí. Me preguntaba por qué no me había llevado más que un cuarto de hora contarle todos los años de mi vida. Sin embargo, estaba seguro de no haber olvidado nada. Entonces, ¿qué había hecho con todo aquel tiempo? ¿Qué había sido de él? ¿Y por qué ya sólo quedaban unos cuantos minutos aburridos? Cuando llegase el momento de ver la película de mi vida, no sería muy larga, pensé, sobre todo si la pasaban a cámara rápida. Nada más acomodarme, sin ni siquiera haber tenido tiempo de comprarme un polo, ya habría acabado la sesión. Me pasé toda la noche pensando en este tipo de cosas. Los techos y las paredes crujían.

De la decepcionante novela Qué hago aquí, sentado en el suelo [2003] de Joël Egloff [1970 - ].

lunes, 27 de febrero de 2017

Muy emocionante

Ves una obra que te gusta porque admiras su espíritu, y te dices, sí, es una excelente invención. Entonces, después, mucho después, te sorprendes mirando a una persona, una escena, un objeto, que podría haber sido el origen del cuadro que admirabas, y entonces te das cuenta de pronto de que el cuadro no estaba en absoluto basado en una invención, sino en la verdad. Y este momento de darse cuenta es, al menos para mí, muy emocionante. Porque acentúa toda la originalidad, el valor, el esfuerzo que existe allende la presentación de esa verdad que parecía una invención. Es como escuchar a alguien contar estupendamente una historia y darte cuenta de pronto de que lo que te está contando es su propia vida, que está hablando de él en tercera persona.

De Un pintor de hoy [1958] de John Berger [1026-2017].

domingo, 26 de febrero de 2017

A veces

A veces el aire pesa y cuesta caminar porque lo notas sobre los hombros como una carga enorme que te aprieta contra el mundo.
A veces pesan los zapatos como si los llevaras cargados de piedras. Y te da miedo mover los pies por si te hundes aun más, como en esas arenas movedizas que de pequeño te daban tanto miedo cuando las veías en las películas tragándose a alguien.
A veces vas por la calle y sientes en la piel y en el aire el ruido y la prisa, y observas a la gente que se mueve y corre a tu alrededor, y nadie parece notar que el mundo te pesa a ti en vez de pesarle tú a él.
A veces tienes ganas de estar a solas, mirándote, tratando de descubrirte.
A veces te echas de menos y lo que te apetece es sólo estar un rato solo contigo.
A veces caminas y caminas buscando y buscándote sin encontrar y sin encontrarte.
Y a veces alguien que te quiere te dice que sigas buscándote, porque sabe que seguro que cuando te encuentres vas a estar encantado de verte... y entonces el aire pesa algo menos y los pies van un poco más ligeros...

Madrid, febrero de 2017.

Licencia Creative Commons
A veces por Román J. Navarro Carrasco se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

Francisco de Goya [1746-1828]

gente que lee (133)

Elia leyendo en mi casa de Atocha, enero de 2008.

sábado, 25 de febrero de 2017

viernes, 24 de febrero de 2017

La fábula de Orfeo

Tal día como hoy, 24 de febrero, en 1607, se estrenó en Mantua La fábula de Orfeo, ópera de Claudio Monteverdi [1567-1643], músico que ya ha pasado por aquí en alguna otra ocasión...



¿Qué íbamos a hacer sin la música...?

jueves, 23 de febrero de 2017

miércoles, 22 de febrero de 2017

Cansancio

A veces estás tan cansado que ni leer te apetece...

martes, 21 de febrero de 2017

Deberes

Cada vez que paso por una biblioteca me llevo más deberes de los que luego puedo leer... Hoy le ha tocado a Javier Tomeo [1932-2013], recomendación de Ángel Zapata en mi taller de escritura. A ver.

lunes, 20 de febrero de 2017

Viaje en tren

Edificios y ventanas, ventanas y más ventanas, fábricas y postes, puentes y postes. Un viejo tren que se arrastra, un tren que dejamos atrás, y edificios y ventanas, y puentes y postes. Y los raíles que relucen, serpentean y se cruzan, se cruzan y se descruzan, y más ventanas y estaciones chiquititas, vagones abandonados y enormes almacenes. Pintadas en las paredes, locales para alquilar, edificios y ventanas, fábricas y postes. Y el balasto y las vías, las vías y las traviesas, los relojes de las estaciones, los trenes de mercancías, las líneas que pasan desfilando. Chimeneas, silos, depósitos de agua y cubas, montañas de arena, puentes y postes. Tejados y antenas, casas y casas, un barco en el jardín, un canal y sus chalanas, bosquecillos de árboles raquíticos, y un hombre que camina y una gran cisterna. Caminos y calles, calles y carreteras, un vertedero que echa humo, un desguace y abedules. Un inmenso cementerio, un aparcamiento desierto, jardines obreros, perales bien plantados, viejos neumáticos apilados, chapa ondulada. Una planta depuradora que remueve bien la mierda, que hace espuma y borbotea como un enorme cocido. Una estación de servicio, una zona comercial, una zona industrial, y un largo túnel negro y mi reflejo en la ventana y se me taponan los oídos, y del otro lado, lo mismo que del otro lado. Y luego la nieve, poco a poco, que cubre el gris, primero sólo un velo transparente y más allá todo es blanco. Árboles talados, grúas, obras, una cantera, un vivero, invernaderos, terrenos baldíos, un tren que cruzamos y que nos sacude. Y luego campos hasta donde alcanza la mirada, adiós a la ciudad y a la periferia, y la nieve se va y pronto todo es verde. Verde claro y oscuro, seco y empapado, pastos, prados, vergeles, matorrales, cuervos, tierras labradas, campos inundados, charcas y estanques, aves rapaces en los postes, arroyos, castillos, bosques, pasos a nivel, coches que esperan, pueblos y campanarios, muérdago en los árboles, lomas de terciopelo, viñedos en las colinas, granjas perdidas y caminos embarrados. Y la noche que cae, y pronto mi hermana, al final del camino.

Acabo de leer Qué hago aquí, sentado en el suelo [2003] de Joël Egloff [1970 - ]. Decepcionante, como diría al gente de Un libro al día. O quizá prescindible. O tal vez psché.
El caso es que creo que me dejé llevar por el título, que me pareció tan sugerente, por los comentarios de la contraportada, siempre tan entusiastas, y al empezar a leerla por este primer párrafo, que me pareció un excelente y prometedor comienzo:

Qué hago aquí sentado en el suelo, al borde de este agujero, y cómo he llegado a esto es fácil de explicar, incluso puedo contarlo todo desde el principio, que es justo lo que voy a hacer. Pero por qué las cosas han sucedido así, por qué este desastre, esa ya es otra historia, y hay que renunciar a buscarle sentido. Jamás se ha visto que brotara luz de las grietas.

Pero nada, han sido ciento y pico páginas de nada. (No sigo por aquí, porque ya tengo dicho que no suelo hablar en este blog de libros que no me gustan...). De entre toda esa nada rescato este viaje en tren que hace el protagonista para visitar a su hermana y que me ha resultado tan visible, tan sugerente. Y que me ha recordado el viaje a Marruecos que yo quise describir hace unos años en un sólo párrafo.

domingo, 19 de febrero de 2017

sábado, 18 de febrero de 2017

Hildegard von Bingen

Hildegard von Bingen [1098-1179], escritora, música, poeta, abadesa, médica, escribiendo.

viernes, 17 de febrero de 2017

jueves, 16 de febrero de 2017

martes, 14 de febrero de 2017

lunes, 13 de febrero de 2017

Mi alegría, mi dolor

Mi alegría es como la primavera, tan cálida
que hace florecer las flores de la Tierra entera.
Mi dolor es como un río de lágrimas,
tan vasto que llena los cuatro océanos.

Versos de Thích Nhất Hạnh [1926- ] citados en el libro Vivir en el alma [2008] de Joan Garriga [1957- ].

domingo, 12 de febrero de 2017

Tres años

Tres años de blog... ¡como para no estar contento!

sábado, 11 de febrero de 2017

Los hombres más felices del mundo

Miramos unos cuantos cuadros más. Frente a cada uno de ellos, Hancock o bromeaba con su mujer o hacía preguntas y expresaba su admiración. Cuando volvimos a sentarnos, dijo:
—Debe de ser usted un hombre feliz.
—¿Por qué lo dice?
—Porque puede trabajar aquí todo el tiempo —Hancock dejó correr la vista alrededor del estudio—. Siempre se lo digo a Vee: los artistas son los hombres más felices del mundo.

De la novela Un pintor de hoy [1958] de John Berger [1926-2017].

viernes, 10 de febrero de 2017

jueves, 9 de febrero de 2017

Hoy estamos un poco más solos...

Ayer empecé el día con la noticia de la muerte de José Luis Pérez de Arteaga, locutor de Radio Clásica. Muchisísimo de lo poco que sé de música se lo debo a las muchas, muchas, muchas horas que he pasado escuchando sus programas en los últimos treinta años...
Sit tibi terra levis.

miércoles, 8 de febrero de 2017

gente que lee (131)

Niño leyendo en una escuela en 1945.
Fotografía de Frank Scherschel [1907-1981].

martes, 7 de febrero de 2017

Si es de noche y no duermo


Si es de noche y no duermo, 
me gusta salir a la terraza a contemplar las nubes
que flotan en el cielo nocturno.
La ciudad que conozco en ese instante
se convierte en algo extrañamente desconocido.
Con sumo cuidado, abro y cierro la puerta,
temeroso de perturbar el silencio de la noche.

Del libro Hermosa soledad [2014] escrito e ilustrado por Jimmy Liao [1958- ].

lunes, 6 de febrero de 2017

Sorpresa

Nieva,
tras el cristal,
a cámara lenta.

Nieva, 
un paisaje
de calma y silencio.

Nieva.
Y se vuelve 
a la primera vez
de tocar el frío.

De De paso por los días [2016] de Ana Belén Martín Vázquez 1971- ].

domingo, 5 de febrero de 2017

sábado, 4 de febrero de 2017

viernes, 3 de febrero de 2017

Puede ser

Un granjero vivía en una pequeña aldea. Sus paisanos lo consideraban afortunado porque tenía un caballo, que utilizaba para labrar y transportar la cosecha. Pero un día el caballo se escapó. La noticia corrió pronto por el pueblo, de manera que al llegar la noche los vecinos fueron a consolarle por aquella grave pérdida. Todos le decían: «¡Qué mala suerte has tenido!». La respuesta del granjero fue un sencillo: «Puede ser».
Pocos días después, el caballo regresó, trayendo consigo dos yeguas salvajes que había encontrado en las montañas. Enterados los aldeanos, acudieron de nuevo a su casa, esta vez para darle la enhorabuena y comentarle su buena suerte, a lo que él volvió a contestar: «Puede ser».
Al día siguiente, el hijo del granjero trató de domar a una de las yeguas, pero ésta lo arrojó al suelo y el joven se rompió una pierna. Los vecinos visitaron al herido y lamentaron su mala suerte, pero el padre se limitó a decir otra vez: «Puede ser».
Una semana más tarde aparecieron en el pueblo los oficiales de reclutamiento para llevarse a los jóvenes al ejército. El hijo del granjero fue rechazado por tener la pierna rota. Al atardecer, los aldeanos que habían despedido a sus hijos se reunieron en la taberna y comentaron la buena estrella del granjero, mas éste, como ya podemos imaginar, contestó nuevamente: «Puede ser».
Y así ad infinitum. Por lo que de nuevo cabe aquí la pregunta esencial: ¿qué sabemos?

Cuento taoísta citado por Joan Garriga [1957- ] en su libro Vivir en el alma [2008].

jueves, 2 de febrero de 2017

Cosas que aprendemos

—¿Quién nos iba a decir que íbamos a ser amigos durante tantos años?
—Yo no, la verdad.
—¿Sabes qué es lo que aprendí de vos? ¿Qué me estuviste enseñando sin darte cuenta durante todo este tiempo?
—¿Por qué no seguimos andando?
—Porque te estoy diciendo algo importante, ¿no podés esperar un minuto? ¿A qué viniste?
—Ya, es que por eso quiero desayunar, para estar preparado. ¿Qué es eso tan importante que has aprendido de mí? A ver...
—Que nunca pedís nada a cambio. Jamás pasás facturas. Sos generoso. Yo no.
—Gracias.
—¿Y yo?
—¿Tú qué?
—¿Qué aprendiste de mí?
—¿De ti? Nada. Absolutamente nada. Cosas ilegales, como mucho... A ser valiente. Siempre te has atrevido con todo. Como ahora. 
—¿Ves? Ya solamente por eso valía la pena que te vengás desde el Polo Norte, ¿o no?

Diálogo entre Julián (Ricardo Darín) y Tomás (Javier Cámara) en la película Truman [2015] de Cesc Gay.

miércoles, 1 de febrero de 2017