He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

jueves, 16 de octubre de 2014

algo que tienes que saber...

[...] Ya no soy capaz de planear algo y que me salga bien, pensó. Y fue presa de esa angustia que la ahogaba de noche, en las horas insomnes, cuando todas las teselas de su vida le pasaban por la mente y no había ni una en la que no hubiera escrito un final mezquino, insoslayable. [...] aquella mujer estaba llorando y, es más, ahora estaba sollozando, golpeando rítmicamente el volante con la frente, pero despacio, sin hacerse daño. No dejó de hacerlo durante un buen rato y el chiquillo no se atrevió a hacer nada, hasta que ella levantó la frente de golpe, se secó los ojos con la manga del chaquetón, se volvió hacia él y con una voz más bien alegre dijo Era necesario. El chiquillo sonrió.
Algo que tienes que aprender, Malcolm, es que..., te llamas Malcolm, ¿verdad?
Sí.
Pues bien, algo que tienes que saber, Malcolm, es que cuando uno necesita llorar tiene que hacerlo, es inútil quedarse dándole vueltas y más vueltas sin decidirse.
Sí.
Después todo va mejor.
Sí.
¿Tienes un pañuelo?
No.
Yo tenía, en alguna parte... ¿Todo bien?
Sí.
Podemos continuar, ¿qué te parece?
Por mí está bien.
Por mí también. Entonces vamos.
[...]

Del libro Tres veces al amanecer [2012] del escritor italiano Alessandro Baricco [1958- ].

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