He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

jueves, 21 de septiembre de 2017

Baldo el tuerto en el Capítulo VI

Anoche, 20 de septiembre, hubo luna nueva y colgué aquí un relatito mío titulado Baldo el tuerto. Hace tiempo que tenía ganas de hacerlo público en el blog y ayer, por fin, me decidí. Es un texto que escribí en Manjirón hace casi cuatro años y lo rematé (más o menos) a principios de 2014, un año feo, feo, feo para mí, pero muy productivo en algunos aspectos.
Le tengo cariño a ese relato. Supongo que uno de los motivos es precisamente esa época en que lo escribí. Y que es una de las primeras cosas que escribí que me gustaron y que me gustó enseñar. Además siento que habla mucho de mí, de mi abuelo y de recuerdos de mi infancia que mantengo con mucho cariño.
Lo envié a algún concurso. Y lo he enseñado en alguno de los cursos que he hecho en la Escuela de Escritores y a algunxs amigxs. Y, claro, he recibido muchas críticas. Y muy variadas: hay quien me ha dicho que le encanta, que se huele el mar, que se entra muy bien en la mente del niño, que es estupenda la descripción de los dos hombres y de su encuentro, hay gente de mi familia que dice que nos ve bien a mi abuelo y a mí, hay quien dice que le haría algunos retoques, y recuerdo que en la Escuela una de las críticas era que no había cuento por que no había conflicto ni argumento, que sólo era una descripción de recuerdos más o menos pintorescos y más o menos personales.
Pensé retocarlo, transformar la historia, meter el famoso 'conflicto' para que hubiera cuento... en algún momento de hecho lo intenté, pero al pensar en colgarlo aquí he preferido dejarlo como estaba, como lo dejé en febrero de 2014, cuando lo dí por terminado.

¡¡¡Seguimos!!!

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