He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

viernes, 11 de agosto de 2017

Cosas

En mi biblioteca no hay sólo libros, claro. También hay un montón de objetos, cosas que me han regalado, cosas encontradas, flores que recojo en la sierra, cerca de casa, piedras, recuerdos de lugares y personas...
Dos de esos objetos regalados son estos dos retratos míos que se ven en la foto.

El de arriba es una máscara de barro que me hizo una alumna hace más de veinte años, cuando daba clases de matemáticas y física en coles. No recuerdo cómo se llamaba, creo que Jara, pero sí recuerdo bien que fue una de las alumnas que, como profe novato que era entonces, me hizo la vida imposible en clase... Espero que aunque no le interesaban nada las matemáticas, y yo no supiera contarle por qué son tan chulas, le vaya muy bien allá donde esté.

Y el otro es un retrato que me hizo Carmen, una alumna del taller de fotografía del Centro de Humanidades de La Cabrera, a partir de la foto que me hizo mi sobrino Óscar en Lanzarote durante unas vacaciones hace ya unos cuantos años, y del proyecto fotográfico Caja de Acuarelas de Óscar Molina.

También se ve en la imagen un vasito con unas flores secas que un día recogió Elia durante un paseo por la dehesa que hay junto a mi casa y dejó ahí.

Hace tiempo leí en algún sitio que una buena forma de conocer a alguien es echar  a un vistazo a su biblioteca.
No sólo a los libros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario