He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

viernes, 16 de enero de 2015

Moritz, Sonni, Eva, Bruno

Me estoy leyendo varios libritos del escritor alemán Achim Bröger [1944- ], autor de novelas y cuentos para niñxs y jóvenes. Es mi primer "descubrimiento" de literatura infantil y juvenil del 2015.
He leído un par de ellos durante estos días y tengo otro par pendiente, todos ellos encontrados mirando al azar entre los estantes de las bibliotecas que frecuento en la Sierra.
Literatura para niños y niñas pequeños, quizá hasta 8 ó 10 años. [Siempre me resulta muy difícil pensar esos posibles límites de edad para los libros que leo: pienso en mis sobrinxs o en otros niñxs que tengo cerca, pero cada uno de ellos, y cada familia, es un mundo...].
De cualquier modo, muchos de los episodios que se cuentan en estas historias creo que son perfectamente "contables" a niñxs mucho más pequeños que aún no sepan leer por sí mismos: historias llenas de imaginación, protagonizadas casi siempre por peques (Moritz, Sonni, Eva) o por mayores que parecen peques (Bruno) que inventan sus propias aventuras.
Si no recuerdo mal todos éstos están escritos en los setenta y en los (muy) primeros ochenta. Y no deja de sorprenderme, una vez más, la "modernidad" con la que se escribía en esos años en otros países mostrando comportamientos, estructuras familiares, etc. que a veces aún hoy nos chocan aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario