En el jardín de mi padre hay dos jaulas. En una vive un león, que los esclavos de mi padre trajeron del desierto de Nínive; en la otra, un gorrión que no canta.
Todos los días al amanecer, el gorrión saluda al león diciendo: "Que tengas buenos días, hermano prisionero".
Del libro El loco [1918] del libanés Gibran Khalil Gibran [1883-1931].
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