He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

lunes, 8 de agosto de 2016

Educar

   Educar es lo mismo 
que poner un motor a una barca,
hay que medir, pensar, equilibrar,
y poner todo en marcha.

   Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata,
un poco de poeta,
y un kilo y medio de paciencia concentrada.

   Pero es consolador soñar,
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.

   Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia puertos distantes, hacia islas lejanas.

   Soñar que, cuando un día
esté durmiendo nuestro propio barco, 
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.

Gabriel Celaya [1911-1991]

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