Escribir cuentos no es sólo contar una historia. Contar una historia es cosa de antes, cuando los relatos carecían de entidad y misterio, algo que toda creación literaria ambiciona y consigue pocas veces. ¿Qué es el misterio? Es lo que encuentra el lector y no lo puede explicar. El lector sabe que tal o cual relato le ha gustado y, cuando se lo cuenta a su mujer o a un amigo, estos no comprenden porqué. "¿Qué tiene eso de particular?", le dicen. Entonces lo único que puede hacer el segundo para comprender el entusiasmo del primero es leerlo él mismo. El misterio lo traen, a veces, uno o varios ecos. En todo buen cuento deben oírse ecos, como en la vida humana hay ecos que no son aparentes, pero configuran el misterio de cada cual. Los ecos dan consistencia real a los personajes y a las situaciones en que se encuentran.
De A media página [2012], recopilación de mini artículos de Medardo Fraile [1925-2013].
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