No lo digas,
no digas que me quieres
—aunque todo tu ser deba contenerse—.
El amor no existe
más allá de los poetas.
No lo juzgues como algo real:
es un espejismo, una invención
que se vierte en las neuronas.
Dime
—si de verdad lo deseas—
que tu hipotálamo segrega dopamina
cuando estás conmigo, que por eso
te sientes cómoda y plena:
enamorada.
Pero no digas que me quieres,
no hables de amor, porque se trata
sólo de química.
De El amor en tiempos de los desguaces de coches [2014] de David Minayo [1981- ].
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