He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

jueves, 3 de diciembre de 2015

¡Cuántos libros!

Usted por supuesto me dirá que hay obras de muchos tipos y que todavía no ve a qué categoría pertenece ésta. ¡Un poco de paciencia! ¿Por qué siempre quiere que se lo digan todo enseguida? ¿Acaso su única preocupación consiste en lo siguiente: añadir una unidad más a la lista (muy larga ya, probablemente) de las obras que ya ha leído, y que están cuidadosamente ordenadas por categorías en su biblioteca, como las mujeres seducidas estaban clasificadas según su nacionalidad en el catálogo de don Juan?
[...]
Tal vez sea usted de los que, como yo, ya no pueden hoy en día entrar en una librería sin que se les encoja el corazón, pero tampoco salir sin que les embargue cierto malestar y una especie de náusea: cuántos libros. Y aun así, durante años, los acontecimientos principales de mi vida habrán sido pese a todo mis lecturas.

Del no-libro Por qué no he escrito ninguno de mis libros [1986] escrito por Marcel Bénabou [1939- ].

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