He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
Aunque ya tiene unos añitos (fue escrita en el 81), la novela A trompicones, de la escritora alemana Mirjam Pressler [1940-2019], es de lo mejorcito que he leído en literatura infantil y juvenil sobre discapacidad y fracaso escolar.
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