He estado de compras... y he comprado tres cosas. Lo primero: una máquina de escribir. Acabaré el capítulo seis de mi novela y seremos millonarios. La segunda: una estufa. Aquí hay calor humano pero no basta... La tercera: un despertador... porque hay que introducir el tiempo en nuestras vidas... porque nos hace falta disciplina... sobre todo a mí... y porque será la única forma de cronometrar mi tiempo.
[Ópera Prima, Fernando Trueba, 1980]

martes, 1 de abril de 2014

¿Quién quiere ponerse a escribir otro libro?

Desde luego que Jackson sabía que los libros existían porque alguien se sentaba a escribirlos, que no salían de la nada. La cuestión era qué les movía a escribirlos, con tantos, tantísimos libros como había en el mundo. Dos de esos libros se los había tenido que leer en el colegio. Historia de dos ciudades y Huckleberry Finn, ambos con un lenguaje que acababa cansando, aunque por distintos motivos. Y era comprensible. Fueron escritos en el pasado.
Lo que a Jackson le asombraba, aunque no tenía intención de que se le notara, era que alguien quisiera ponerse a escribir otro libro en el momento presente. Ahora.

Del cuento Tren, incluido en el libro Mi vida querida, de la escritora canadiense Alice Munro [1931- ], premio Nobel en 2013.

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