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lunes, 30 de junio de 2014
gente que lee (6)
Lectora y lector, ilustración del dibujante Adrian Tomine [1974- ] para la portada de The New Yorker del 8 de noviembre de 2004.
martes, 24 de junio de 2014
Capote
Hace años, no sé cuántos, leí A sangre fría, del escritor estadounidense Truman Capote [1924-1984]. Recuerdo que me gustó y me impresionó leerla, pero no fui entonces consciente del camino que abría aquella novela al publicarse a finales de los sesenta.
Hace unos días vi en casa Capote, la película que se rodó en 2005 sobre la escritura de A sangre fría.
Magnífica. Un recorrido por todo el proceso creativo, con los altibajos de la relación del escritor con el tema, los personajes y con la propia historia...
El actor que interpreta a Capote, Philip Seymour Hoffman, trabaja extraordinariamente: casi sin darte cuenta te va haciendo sentir amor y odio hacia su personaje según avanza la película. En ocasiones parece que es un tipo habilidosísimo para seducir a las personas de quienes necesita alguna información, y otras veces da la impresión de que simplemente utiliza a quien tiene en su entorno para sus intereses, para poder terminar su libro.
Fascinante también la implicación en la escritura, cómo la historia va enredando al escritor hasta casi no dejarle vivir tranquilo y no permitirle tener la cabeza en ningún otro sitio que no sean sus personajes y la historia que trazaron...
Hace unos días vi en casa Capote, la película que se rodó en 2005 sobre la escritura de A sangre fría.
Magnífica. Un recorrido por todo el proceso creativo, con los altibajos de la relación del escritor con el tema, los personajes y con la propia historia...
El actor que interpreta a Capote, Philip Seymour Hoffman, trabaja extraordinariamente: casi sin darte cuenta te va haciendo sentir amor y odio hacia su personaje según avanza la película. En ocasiones parece que es un tipo habilidosísimo para seducir a las personas de quienes necesita alguna información, y otras veces da la impresión de que simplemente utiliza a quien tiene en su entorno para sus intereses, para poder terminar su libro.
Fascinante también la implicación en la escritura, cómo la historia va enredando al escritor hasta casi no dejarle vivir tranquilo y no permitirle tener la cabeza en ningún otro sitio que no sean sus personajes y la historia que trazaron...
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miércoles, 18 de junio de 2014
...el mejor lugar para ocultar una hoja es un bosque.
[...] Recordé haber leído que el mejor lugar para ocultar una hoja es un bosque. Antes de jubilarme trabajaba en la Biblioteca Nacional, que guarda novecientos mil libros; sé que a mano derecha del vestíbulo una escalera curva se hunde en el sótano, donde están los periódicos y los mapas. Aproveché un descuido de los empleados para perder el Libro de Arena en uno de los húmedos anaqueles. Traté de no fijarme a qué altura ni a qué distancia de la puerta. [...]
Del cuento El libro de arena, del escritor argentino Jorge Luis Borges [1899-1986].
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La edad de la anestesia
Sigo enganchado a la literatura infantil y juvenil. El último que he leído, La edad de la anestesia, de Elena Alonso Frayle, premio Alandar de literatura juvenil de este año.
Me ha gustado. Aunque quizá le encuentro un par de pegas: me parece que el final es un poco precipitado, tal vez se quedan las tramas que plantea la novela un poco abiertas. Y por otra parte me parece que los personajes, a pesar de ser adolescentes, tienen un tono demasiado adulto, usan un vocabulario y una forma de hablar que no es la que oigo cuando estoy con adolescentes, con mis alumnxs o con mis sobrinxs.
Pero me ha gustado mucho la historia, la mezcla entre realidad y ficción y entre presente y pasado....
Me ha gustado. Aunque quizá le encuentro un par de pegas: me parece que el final es un poco precipitado, tal vez se quedan las tramas que plantea la novela un poco abiertas. Y por otra parte me parece que los personajes, a pesar de ser adolescentes, tienen un tono demasiado adulto, usan un vocabulario y una forma de hablar que no es la que oigo cuando estoy con adolescentes, con mis alumnxs o con mis sobrinxs.
Pero me ha gustado mucho la historia, la mezcla entre realidad y ficción y entre presente y pasado....
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martes, 17 de junio de 2014
Contrastes
Ayer, por fin, terminé El agente secreto, de Joseph Conrad [1857-1924]. Por algún motivo esperaba una novela de aventuras más o menos ligera, pero me ha costado mucho acabarla y la he tenido atragantada durante unas cuantas semanas. Cuando me pasa algo así con algún libro, siempre me queda la duda de cómo lo hubiera recibido si lo hubiera leído en otro momento en el que yo estuviera con otro ánimo. En cualquier caso creo que voy a dejar pasar una temporadita antes de volver a intentarlo con Conrad.
Para "compensar", este finde he leído Un cóndor en Madrid, una novelita infantil de Paloma Muiña que ha ganado el Premio Ala Delta de este año. Una delicia....
Para "compensar", este finde he leído Un cóndor en Madrid, una novelita infantil de Paloma Muiña que ha ganado el Premio Ala Delta de este año. Una delicia....
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miércoles, 11 de junio de 2014
lunes, 9 de junio de 2014
viernes, 6 de junio de 2014
jueves, 5 de junio de 2014
Test de Bechdel
Hace tiempo descubrí el Test de Bechdel y desde entonces lo he "aplicado" montones de veces no sólo a pelis, que parece que es para lo que fue ideado en origen, sino también a cualquier otro "formato": cómics, teatro... y por supuesto novelas y cuentos.
La idea es sencilla: se trata de hacer varias preguntas relacionadas con lxs personajes que aparecen en la historia para valorar cuánto se ha tenido en cuenta el punto de vista femenino y cuánto pesa el androcentrismo en dicha historia:
La idea es sencilla: se trata de hacer varias preguntas relacionadas con lxs personajes que aparecen en la historia para valorar cuánto se ha tenido en cuenta el punto de vista femenino y cuánto pesa el androcentrismo en dicha historia:
- En la narración (peli, obra de teatro, cuento, cómic, novela, etc.) aparecen al menos dos mujeres y cada una de ellas tiene nombre propio.
- En algún momento de la historia mantienen una conversación entre ellas.
- Y esa conversación NO trata sobre algún hombre.
Parece que las preguntas son relativamente inocentes y sencillas pero es sorprendente la cantidad inmensa de pelis o novelas que no pasan el test, pelis en las que sólo o casi sólo hay hombres (o chicos o niños), en las que las mujeres sólo tienen un papel secundario...
El test aparece por primera vez en 1985 en una tira de cómic de Alison Bechdel, titulada The rule, y se lo atribuye a su amiga Liz Wallace:
Últimamente he pensado mucho en ello especialmente respecto a las novelas para público infantil y juvenil. Me sorprende, para bien, cómo se cuidan estas cosas en algunas novelas (no necesariamente recientes) como las de Christine Nöstlinger, Mirjam Pressler, Gunnel Linde o Astrid Lindgren... (casualmente todas mujeres...)
Sin embargo, en otras es muy difícil encontrar personajes femeninos interesantes, incluso en libros mucho más recientes de autores y autoras que parece que deberían estar mucho más implicadxs en el tema del género, aunque sólo fuera por influencia del entorno y por todos los cambios que ha habido en las últimas décadas en nuestra sociedad.
Un buen ejemplo, para no imitar, es la insustancial y decepcionante Historia de un segundo, del extremada e increíblemente prolífico Jordi Sierra i Fabra, que leí no hace mucho, novela que a pesar de estar publicada hace cuatro o cinco años y ser uno de los más recientes premios Barco de Vapor, sorprendentemente mantiene y perpetúa los mismos modelos de siempre: chica encerrada por su padre en lo alto del torreón y chico que la rescata y son felices para siempre........ ¡Un espanto!
Un buen ejemplo, para no imitar, es la insustancial y decepcionante Historia de un segundo, del extremada e increíblemente prolífico Jordi Sierra i Fabra, que leí no hace mucho, novela que a pesar de estar publicada hace cuatro o cinco años y ser uno de los más recientes premios Barco de Vapor, sorprendentemente mantiene y perpetúa los mismos modelos de siempre: chica encerrada por su padre en lo alto del torreón y chico que la rescata y son felices para siempre........ ¡Un espanto!
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miércoles, 4 de junio de 2014
Mirjam Pressler
Cada vez me gustan más los libros de Mirjam Pressler [1940-2019], novelista alemana cuyo trabajo, al menos el que yo conozco, está dirigido a público infantil y juvenil. Estos días he leído Y por fin habló y Arañazos en la pintura.
En sus novelas no hay fantasía: nada de princesas, ni dragones, ni magia... Hay realidad. En las novelas que he leído quien cuenta la historia suele ser un chico o una chica adolescentes, hablando en primera persona y contando lo que le ocurre en el cole, en casa, con su familia, con sus compañerxs de clase, con el mundo. Hablando de su realidad y de cómo trata de encararla de la mejor forma posible.
A veces, algunas historias, pueden dar la sensación de estar teñidas de tristeza. Pero en ningún momento da la impresión de recrearse en la tristeza o en la pesadumbre de quien las cuenta, sino de contar historias sobre la realidad, uno de cuyos componentes es la tristeza, la inseguridad, las dudas, lo difícil que es vivir... y más si tienes 13 ó 14 años y tu vida es "complicada".
De la novela Y por fin habló:
Me gusta mucho, como ocurre también con las historias de Christine Nöstlinger, que muchas de sus novelas queden abiertas, que no se dé un final redondo, ni mucho menos un final feliz. Lo que se cuenta en ellas es una especie de paréntesis en la vida de los personajes, un episodio que queda más o menos cerrado al terminar la novela, pero que da pie a quien la lee a pensar que esos personajes siguen ahí y continúan con sus vidas. Aunque algunos de los conflictos que surgen hayan sido resueltos, aparecerán otras alegrías y otras tristezas en sus vidas que siguen... como ocurre también con la vida de quien las lee...
En sus novelas no hay fantasía: nada de princesas, ni dragones, ni magia... Hay realidad. En las novelas que he leído quien cuenta la historia suele ser un chico o una chica adolescentes, hablando en primera persona y contando lo que le ocurre en el cole, en casa, con su familia, con sus compañerxs de clase, con el mundo. Hablando de su realidad y de cómo trata de encararla de la mejor forma posible.
A veces, algunas historias, pueden dar la sensación de estar teñidas de tristeza. Pero en ningún momento da la impresión de recrearse en la tristeza o en la pesadumbre de quien las cuenta, sino de contar historias sobre la realidad, uno de cuyos componentes es la tristeza, la inseguridad, las dudas, lo difícil que es vivir... y más si tienes 13 ó 14 años y tu vida es "complicada".
De la novela Y por fin habló:
Me siento tan descargada y alegre como si hubiera sacado un diez en Latín y otro en Matemáticas.
Me late el corazón cuando abro la puerta de casa. Pero mamá no me pregunta nada y yo no le cuento nada. Únicamente como mi bocadillo y me voy un ratito al parque. Es realmente una gran suerte que vivamos tan cerca del parque. Moni viene conmigo. Ha insistido tanto que tuve que ceder. Apenas hablo con ella pero parece que no le importa. Se pone a saltar con alegría y a buscar entre la hierba alta, junto a los árboles, las primeras violetas. Me acuerdo de la rabia que he sentido y del extraordinario alivio de después. ¿Les resultará a los demás igual? ¿Gritarán así todos los que van allí?
A la mañana siguiente me despierto con unas agujetas horribles en los hombros y en el brazo. Pero en seguida me siento bien. Me gustaría hablarle a Alex del señor Hausmann pero no puedo. Tendría que contárselo todo para que comprenda.
Me gusta mucho, como ocurre también con las historias de Christine Nöstlinger, que muchas de sus novelas queden abiertas, que no se dé un final redondo, ni mucho menos un final feliz. Lo que se cuenta en ellas es una especie de paréntesis en la vida de los personajes, un episodio que queda más o menos cerrado al terminar la novela, pero que da pie a quien la lee a pensar que esos personajes siguen ahí y continúan con sus vidas. Aunque algunos de los conflictos que surgen hayan sido resueltos, aparecerán otras alegrías y otras tristezas en sus vidas que siguen... como ocurre también con la vida de quien las lee...
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martes, 3 de junio de 2014
Escribir
Hace poco, un oyente telefoneó a un programa de radio y contó que su matrimonio había empezado a naufragar el día en el que su mujer llevó a casa a una amiga anoréxica.
—¿Qué sucedió? —preguntó la locutora.
—No se lo puedo decir porque a mi esposa le gustaba mucho la radio y quizá me esté oyendo. La cuestión es que las cosas se empezaron a complicar y ahora vivimos separados.
La audiencia, a juzgar por las llamadas posteriores, se quedó muy intrigada y yo pensé que aquel hombre nos había dado una lección perfecta de cómo comenzar un relato. Las situaciones de partida son así de gratuitas, así de normales también. Y cuando digo normal no pierdo de vista desde luego el grado profundo de anormalidad que subyace en la vida cotidiana, aunque hayamos desarrollado mecanismos para no percibirla. El acierto de este hombre consistió en contar algo que estaba en la frontera de lo vulgar y lo extraño. Parece que estoy viendo la escena:
—Mira, Javier, ésta es mi amiga Rosa, que como puedes ver es anoréxica y ha venido a pasar unos días con nosotros. Dormirá en el sofá-cama del cuarto de estar.
—Encantado.
No es difícil imaginarse a los tres en el tresillo, viendo la tele. Rosa, muy delgada, permanece entre los dos, sin probar los aperitivos que la mujer de Javier ha puesto sobre la mesa. Javier está un poco violento, pero al mismo tiempo orgulloso de que su esposa intente ayudar a una amiga. Él mismo, sin darse cuenta, ha empezado a urdir algunos modos de obligarla a comer. Una situación normal, de gente normal: se respira una atmósfera de clase media absolutamente familiar. Javier, seguramente, es funcionario.
A los tres meses, sin embargo, Javier vive solo en un apartamento y se dedica a telefonear a las emisoras de radio para contar que su matrimonio ha fracasado. Ahora estamos ya frente a una historia de terror. Sólo hay que escribir lo que ha sucedido en medio. A ver quién se anima.
Del libro Articuentos completos [2011] del escritor español Juan José Millás [1946- ].
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lunes, 2 de junio de 2014
Mis libros de 2013
Desde hace tiempo he colgado en mi blog los libros que me he leído cada año. Esta vez, con tantos cambios, me he retrasado un poco, pero aquí van los de 2013:
Fábulas de Esopo. Vida de Esopo. Fábulas de Babrio | Esopo, Babrio |
El año de la liebre | Arto Paasilinna |
Un puente sobre el Drina | Ivo Andrić |
Puñal | Juan P. Souto |
El fotógrafo y la fotografía | Mariano Zuzunaga |
Noticias de la noche (Jaritos 1) | Petros Markaris |
Defensa cerrada (Jaritos 2) | Petros Markaris |
Suicidio perfecto (Jaritos 3) | Petros Markaris |
Un caso del comisario Jaritos... (Jaritos 4) | Petros Markaris |
El paseo | Robert Walser |
El accionista mayoritario (Jaritos 5) | Petros Markaris |
Paz interior para gente ocupada | Joan Borysenko |
Las uvas de la ira | John Steinbeck |
Caminar | Henry D. Thoreau |
Minimalia | ed. Luis E. de Tomás |
Ejercicios de estilo | Raymond Queneau |
Geografía V-VII | Estrabón |
Tatami | Alberto Olmos |
Muerte en Estambul (Jaritos 6) | Petros Markaris |
Con el agua al cuello (Jaritos 7) | Petros Markaris |
A bordo del naufragio | Alberto Olmos |
La historia del Doctor Dolittle | Hugh Lofting |
Bebela | Agustín García Calvo |
La voz a ti debida | Pedro Salinas |
Jakob von Gunten | Robert Walser |
Liquidación final (Jaritos 8) | Petros Markaris |
La piel de Mica | Paloma Bravo |
Si quieres, puedes | Richard Vaughan |
La espada de Damocles | Petros Markaris |
El talento de los demás | Alberto Olmos |
Escribir ficción | Edith Warton |
El gran Gatsby | F. Scott Fitzgerald |
Trenes hacia Tokyo | Alberto Olmos |
Cosmópolis | Don Delillo |
Intemperie | Jesús Carrasco |
Los mutilados | Hermann Ungar |
Regular, gracias a Dios | José Antonio Labordeta |
Aquí yacen dragones | Fernando León de Aranoa |
Alamut | Vladimir Bartol |
El tesoro de Sierra Madre | B. Traven |
El desierto de los tártaros | Dino Buzzati |
La misteriosa llama de la reina Loana | Umberto Eco |
Un secuestro de película | Enrique Páez |
Historias extraordinarias | Roald Dahl |
Fácil de matar | Maruja Torres |
El verano sin hombres | Siri Hustvedt |
Casi todo es cuento | ed. Enrique Páez |
La poesía y la voz en la civilización medieval | Paul Zumthor |
Todo se desmorona | Chinua Achebe |
Claus y Lucas | Agota Kristof |
Diario de viaje | Michel de Montaigne |
El tiempo de la bruja | Árni Þórarinsson |
Dibujos animados | Félix Romeo |
Discothéque | Félix Romeo |
Pan, educación, libertad (Jaritos 9) | Petros Markaris |
Amarillo | Félix Romeo |