martes, 17 de junio de 2014

Contrastes

Ayer, por fin, terminé El agente secreto, de Joseph Conrad [1857-1924]. Por algún motivo esperaba una novela de aventuras más o menos ligera, pero me ha costado mucho acabarla y la he tenido atragantada durante unas cuantas semanas. Cuando me pasa algo así con algún libro, siempre me queda la duda de cómo lo hubiera recibido si lo hubiera leído en otro momento en el que yo estuviera con otro ánimo. En cualquier caso creo que voy a dejar pasar una temporadita antes de volver a intentarlo con Conrad.

Para "compensar", este finde he leído Un cóndor en Madrid, una novelita infantil de Paloma Muiña que ha ganado el Premio Ala Delta de este año. Una delicia.... 

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