En primer lugar, hay que escribir, naturalmente. Luego, hay que seguir escribiendo. Incluso cuando no le interese a nadie, incluso cuando tenemos la impresión de que nunca interesará a nadie. Incluso cuando los manuscritos se acumulan en los cajones y los olvidamos para escribir otros.
[...] He aquí la respuesta a la pregunta: uno se hace escritor escribiendo con paciencia y obstinación, sin perder nunca la fe en lo que se escribe.
De La analfabeta [2004], autobiografía de la escritora húngara Agota Kristof [1935-2011].
Durante un tiempo, tuve esta cita presidiendo mi blog. En realidad, estas palabras resumen la actitud que me ha guiado desde que a muy temprana edad empecé a emborronar cuartillas con las historias que surgían de mi imaginación. Supongo que nos pasa a muchos. Qué gran escritora Agota Kristof, capaz de formular con concisión y eficacia lo que tantos sentimos.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Beatriz.
EliminarDescubrí a Agota Kristof el año pasado y cada nueva cosa que descubro suya me fascina más y más...
¡Seguimos!