Relatos en cadena

Espero que no

02 :: 10-13.sep.2018
¿Me oyes? Sí, mi amor, te oigo.
¿Aún me quieres? Sí, claro que te quiero.
¿Y vas a quererme siempre? Qué sé yo. Aún te oigo. Y te sigo queriendo. Y no sé si voy a quererte siempre. Espero que no. Desde que te largaste de casa me repito una y otra vez que ya no estás aquí y que esa voz que hay en mi cabeza no eres tú. Pero a pesar de todo, de vez en cuando, vuelvo a oírte, insistente, tenaz, preguntándome ¿me oyes? ¿todavía me quieres? ¿sigues ahí? ¿aún me esperas?



Deserciones

01 :: 03-06.sep.2018
El baúl de los juguetes está cada vez más vacío. De noche salen a dar una vuelta, mientras los niños duermen. Algunos se quedan tirados por ahí esperando que algún adulto los encuentre y los lleve a su casa. Puede sonar indigno convertirse en un adorno de estantería, pero si alguien les pregunta aseguran felices que su nueva vida es mucho más tranquila que cuando estaban entre críos, que te sacuden o te desmembran sin contemplaciones.
A veces tienen mala suerte y por la mañana les encuentra un niño. Entonces, sin perder la esperanza, comienzan a planear de nuevo su huida, a soñar con vivir de adorno, entre libros, tranquilos.





***

El año pasado me propuse participar todas las semanas que pudiera en el concurso Relatos en Cadena, organizado por la Escuela de Escritores y la Cadena Ser.

Logré enviar mis minicuentitos durante las 32 semanas que duró el concurso e incluso me llamaron en enero para una de las finales semanales. Todos los microrrelatos que envié se pueden ver aquí mismo, bajando un poco.

Este año repetimos...


Amor por la ópera

23 :: 09.abr.2018
Nos enviaban de una patada a las duras calles pero merecía la pena intentarlo. Merodeábamos en silencio alrededor del teatro, calculando qué estaría ocurriendo en el escenario, y cuando éramos suficientes corríamos enloquecidos hacia la entrada.
Algunos lograban entrar pero caían tropezando con las alfombras. Los porteros detenían a muchos con golpes sordos, pero casi siempre alguien alcanzaba el patio de butacas. Y allí, de pie, escuchaba asombrado, exhausto y silencioso, a la soprano anunciando su tuberculosis o al tenor despedirse desesperado de la vida. Yo lo conseguí tres veces. Las recuerdo bien. Ahora los porteros llevan armas y en las óperas ya no sólo mueren los personajes.



Lo primero es antes

21 :: 19.mar.2018
Ya se las apañarían para pagar las facturas.
Desde el jardín, con una mochila al hombro, miraba el cielo incendiado del amanecer. Estas pocas semanas, desde que ella se fue a Londres, habían sido una pesadilla. Y siete meses más se le hacían demasiado largos para esperar su vuelta.
Había logrado entender, por fin, que sus cosas le pesaban y que no era a ellas a lo que quería sentirse unido: la casa, los libros, los discos, los objetos que le gustaba coleccionar. Lo primero es antes, pensó.
Encendió una cerilla y la acercó a la leña seca amontonada junto a la casa. Echó a andar ligero. Sonrió.



Una historia inverosímil

17 :: 12.feb.2018
Se quedaban discutiendo dónde pondrían el sofá y todo lo demás hasta las tantas. Entonces se iban a la cama, aún sin acabar de montar, y allí pasaban otro rato follando y riendo y hablando de cómo vivirían en esa casa cuando terminaran de instalarse.
Eso era al principio, cuando gozaban el presente pensando en el futuro.
Ahora le gustaría escribir algo contando su historia común. Pero han pasado ya varios años y siguen disfrutando y disfrutándose. Y sorprendiéndose cada día de que casi todo sea fácil.
«Demasiado inverosímil para un cuento», piensa mirando por la ventana y buscando otro argumento más creíble para su nuevo relato.



Casa deshabitada

16 :: 05.feb.2018
Los rincones vacíos de la casa ya desmantelada pedían a gritos nuevos muebles. Los pocos que quedaban, cubiertos con sábanas, llevaban demasiado tiempo sin ver la luz. Los salones, los dormitorios de la primera planta, la biblioteca, incluso el gran desván de arriba, añoraban los bailes, las reuniones con docenas de invitados, los juegos de los niños.
Pero los antiguos habitantes de la casa no querían nuevos inquilinos. No querían más visitas. Era agradable esta tranquilidad de ahora. Así que si por casualidad volvía a venir alguien, empezarían otra vez con los ruidos, las súbitas corrientes de aire helado y los portazos inesperados en mitad de la noche.



Desayuno sin diamantes

15 :: 22.ene.2018
Ya recogerían la mesa mañana, cuando llegara Marta. Ahora lo importante era decidir qué hacer con el cadáver de Lucas. Si Marta hubiera venido a cenar con ellos habría sido todo más fácil. Lucas era demasiado novato y se había puesto muy nervioso: una discusión tonta por la cena, gritos, empujones y de repente un tiro. Pobre chaval.
No podían permitirse cometer más errores. Debían tranquilizarse. Marta repensaría el plan por la mañana. Ahora eran uno menos, así que tendrían que revisarlo todo desde el principio antes de entrar en la joyería. En realidad, no todo eran malas noticias, también serían uno menos para repartir.



Diálogo

14 :: 15.ene.2018
Pestañeó dos veces para decir que sí.
Yo pestañeé una vez para decir que ni hablar.
Él insistió.
Pestañeé de nuevo manteniendo unos segundos los ojos cerrados.
Abrió mucho los suyos, sorprendido, algo ofendido, quizá un poco indignado.
Y se fue. Despectivo, desafiante.
Y yo miré al frente, por fin libre.



Adaptación al medio

13 :: 08.dic.2018
Bucear en el lago que había al lado de la casa era lo que más me gustaba hacer durante las vacaciones. Salía temprano de casa, me metía en el agua y allí perdía la noción del tiempo hasta que sentía sobre mí la oscuridad de la noche.
Cada vez me sentía más cómodo buceando, y cada día me hacían menos falta el tubo y las aletas, hasta que una noche no salí. Desde abajo podía ver el resplandor de las linternas que me buscaban desde varios botes. Oía voces opacas gritando mi nombre. Quieto en el fondo, boqueaba tranquilo respirando en silencio con mis nuevas branquias. Pronto dejarían de buscar.



Pérdidas

11 :: 04-07.dic.2017
Tardaría en encontrar la llave que necesitaba para entrar en casa. Debía estar en un bolsillo. O quizá se la había dejado en el coche. No era capaz de acordarse. Tal vez la había olvidado en el restaurante en el que había cenado solo.
Solo como todas las últimas noches desde hacía tres meses. Desde que el desencuentro con ella se hizo demasiado evidente y ella le pidió que no volviera y cambió la cerradura de casa y le amenazó con denunciarle si seguía insistiendo en sus llamadas y sus visitas nocturnas.



Avería

10 :: 20-30.nov.2017
No pudo seguir adelante sin ella. Lo intentó durante horas, pero no logró arrancar aquella tartana. En unos días tenía que llegar a su siguiente destino y ya iba fatal de tiempo. Trató de contactar con alguien del servicio técnico, pero la respuesta tardaría en llegar. Probó a hacer un arreglo de emergencia, pero no consiguió que la nave despegara.
No le apetecía en absoluto, pero iba a tener que pasar una temporada en este planeta, que no era ni mucho menos el más agradable de los que había conocido en su última ronda por la galaxia. Demasiados humanos.



Vacaciones

9 :: 13-16.nov.2017
«No podremos salir del castillo hasta el próximo Halloween», nos dijeron al llegar. En el grupo hubo quien se molestó con tantas reglas que, es cierto, al principio nos parecieron demasiado estrictas para unas vacaciones.
«A mí, en la agencia, se me dijo que podríamos visitar todo el castillo y entrar y salir cuando quisiéramos», reclamó alborotada una de las señoras que venía en el autobús.
Hace varios días que no la vemos. No sé, quizá finalmente dejaron que saliera. Pasó lo mismo con un señor que antes de ayer dijo algo sobre la comida.
Yo me he acostumbrado. Es mejor así. Ya no queda mucho.



El almuerzo del recreo

8 :: 06-09.nov.2017

Finalista semanal lunes 13 de noviembre
¿Qué será lo que le ponía su madre? Bromeábamos con que le preparaba dedos fritos y lenguas asadas y que un día nos pillaría metiéndonos con él y acabaríamos en su tartera. Nos moríamos de risa.
Era un niño raro, con la mirada huidiza y los dedos demasiado afilados. En el recreo se alejaba con su tartera para comer solo en una esquina del patio.
Ayer faltó su compañero de pupitre. Le preguntamos riéndonos si se lo había cocinado su madre. No debimos hacerlo. Abrió su tartera con una sonrisa que nunca habíamos visto, nos mostró su almuerzo, y se fue, como siempre, a su esquina a comérselo.



Amanece

7 :: 23-02.nov.2017
Y se ríe cuando apoyo mi mano en su vientre. Dice que le hago cosquillas. Y su risa se confunde con un gemido cuando acaricio su ombligo. Y mientras comienza a mecerse sobre mí, muy despacio, me propone salir después de desayunar a dar un paseo por el otoño todavía casi sin estrenar. Y ríe otra vez cuando le digo que no se me ocurre mejor manera de empezar el día. Y sonríe al decirme cuánto le encanta amanecer conmigo. Y sigue bailando, ahora más rápido, y reímos de placer, imaginando que la felicidad debe de ser algo muy parecido a ésto.



Ícaro

6 :: 16-19.oct.2017
Vuelve a pedirme que le empuje porque no puede moverse con facilidad con el artefacto que lleva a la espalda. Dice que ha hecho algunos cambios y que esta vez está seguro de que funcionará. Por eso prefiere probarlo desde más altura, en lugar de saltar desde cuatro o cinco metros, como en otras ocasiones. Me insiste en que está seguro: las alas que dibujó Leonardo, con algunos retoques que él ha añadido, no pueden fallar. Intento disuadirle de nuevo y me dice que le empuje de una vez. «Quien no arriesga, no gana», añade.
Hay un poco de viento, muy suave. Quizá eso le ayude.



Se acabó

5 :: 09-12.oct.2017
Que todo vuelva a ser como antes, pensé cuando mis padres llegaron a casa con un bebé sonrosado y gordinflón. «Tu hermanita», dijeron sonriendo con cara de bobos. Me habían avisado, pero nunca pensé que pudieran hacerme algo así.
Lloré, pataleé, arañé, volví a cagarme encima, reclamé la teta que se había apropiado esa entrometida jodefamilias, pero nada les hizo mostrar el menor arrepentimiento por haberla traído a casa.
Aquí no hay espacio para mí. Me ha costado algún tiempo, pero ya he tomado una decisión: me voy. Acabo de cumplir treinta años y voy a buscar un lugar donde vivir solo. Que se aguanten ellos.



Asterisco

4 :: 25-05.oct.2017
La ciudad del amor. Nos gustó el nombre. ¿Dónde íbamos a estar mejor que en La ciudad del amor? Cuando descubrimos el anuncio de la urbanización lo tuvimos claro: nos encantaron esos chalés preciosos, con piscina, montañas al fondo y esa familia feliz de niños rubios y guapos jugando en el jardín.
Durante años he visto ese cartel cada día: las montañas, los niños, los chalés preciosos. Es una lástima que no añadieran un aviso, uno de esos chiquititos señalados con asterisco, advirtiendo de que nada de eso garantiza que la rutina y el aburrimiento no aparezcan al cabo de unos años arrasándolo todo.



Una cuestión de lealtad

3 :: 18-21.sep.2017
Desde el día que murió el abuelo no hemos entrado en su habitación. Quizá es cierto lo que dicen de que somos una familia peculiar, pero no nos parece tan raro respetar el espacio de alguien a quien hemos querido tanto y que ha sido tan importante para nosotros. Es una cuestión de lealtad: aunque el abuelo nos haya dejado, nos gusta sentir que él y sus cosas siguen con nosotros.
Ayer llamaron del ayuntamiento. Algún vecino ha debido irles con el cuento del olor que dicen que se nota estos días en el patio.



Nueva vida

2 :: 11-14.sep.2017
Otra vez se oyen ruidos cerca. Deben haber traído a alguien nuevo. Siempre es igual las primeras noches. Ese sonido sombrío como de uñas rascando, los gritos ahogados, golpes confusos en la madera.
Luego pasan los días, se tranquilizan, van asumiendo que ésto es lo que hay y que por mucho que golpeen y griten y rasquen no van a salir de aquí.
Y con el tiempo acaban aceptando esta nueva vida, haciéndose cargo de que si volvieran ahí fuera no serían bien recibidos por quienes siguen vivos y dicen echarles tanto de menos.



Ausencia

1 :: 04-07.sep.2017
La casa ha comenzado a llenarse de hormigas. Cada lágrima resbala por mi mejilla convirtiéndose en una hormiga que baja por mi cuello y mi brazo hasta el sillón. Allí se encuentra con otros cientos de hormigas que llenan tu ausencia de una oscuridad triste y vibrante.
Forman una maraña de caminitos negros que recorre paredes y techos.
Caminan sigilosas y obstinadas, decididas a no abandonarme, tejiendo una red de silencio que me envuelve.
Me levanto. Sacudo los cojines. Caen disolviéndose como gotas de agua en un charco. Abro las ventanas y la luz y el aire desanudan las hileras de hormigas, liberándome de tu recuerdo.






***

Este año me he propuesto participar todas las semanas que pueda en el concurso Relatos en Cadena, organizado por la Escuela de Escritores y la Cadena Ser, y voy a colgar aquí los microrrelatos que envíe. Las bases son sencillas:
  • el lunes por la tarde se decide en el programa La Ventana el microrrelato ganador de la semana anterior, y el siguiente ha de empezar con las últimas palabras de éste (en mis relatos he marcado esas palabras en cursiva),
  • los microrrelatos no pueden tener más de cien palabras (sin contar las 'obligatorias' del inicio), 
  • y para entrar en el concurso hay que enviar el microrrelato antes del jueves a las doce del mediodía.
Por supuesto, como en todo lo que hago, me interesan y se agradecen vuestros comentarios, sugerencias, críticas, etc... (puedes enviármelos por privado o escribiéndolos en el cuadro que hay al final de esta misma página...)


Sin ti

32 :: 05-08.jun.2017
   Sin beso de buenas noches. Sin nuestros desayunos. Sin tus "que tengas un feliz día".
   Sin el roce de tu cuerpo. Sin tocarte el pelo mientras vemos una película. Sin tus pies helados bajo la manta. Sin tus manos. Sin tus ojos sonrientes.
   Sin nuestros paseos, ni nuestras conversaciones, ni nuestras músicas, ni nuestros libros.
   Sin tus baños en cualquier río, en cualquier playa, con frío o con calor.
   Sin tus críticas. Sin tus propuestas. Sin tu compañía.
   Sin tu risa.
   Sin saberte cerca. Sin tu presencia.
   Qué raro y qué difícil se me hace pensar en la posibilidad de imaginar mi vida sin ti.


Cita en el Nautilus

31 :: 29-01.jun.2017
   —Lo que usted diga, doctor Frankenstein. Llamadme insensato —dijo Ismael—, pero estoy totalmente de acuerdo.
   —Gracias —respondió el doctor—. Capitán, ha sido una excelente idea invitarnos a su submarino. Como decía, tenemos que hacer algo enseguida: ahí fuera piensan que sólo somos personajes de novela, yo mismo, el señor Hyde, el señor Crusoe, o cualquiera de ustedes. Pero en la imaginación de mucha gente somos mucho más reales que quienes salen en la televisión o la prensa.
   —Y con los pies más en la tierra —añadió el profesor Lidenbrock.
   —Brindemos por ello y pensemos un plan, amigos —dijo el capitán levantando su copa.


Tempo di finale

30 :: 22-26.may.2017
   La coge con sus propias manos y la parte en dos. Ha tenido la carta sobre una mesa desde que la recibió hace un par de días. Ni siquiera la ha abierto. No necesita leer un informe médico para entender lo que ocurre e imaginar lo que viene. Le basta con ver sus dedos deformándose y sentir el dolor en sus articulaciones, cada día más intenso.
   Tira los trozos de papel a la basura, pone uno de sus discos, se sirve un té y se sienta frente al piano, para pensar qué hará con él ahora que no podrá tocarlo más.


Resistencia

29 :: 15-18.may.2017
   El crujir de las hojas les recuerda lo solos que están.
   Al grito de «A la revolución por la lectura» se encerraron en la biblioteca de la universidad exigiendo al gobierno un cambio en las políticas culturales.
   La respuesta no se hizo esperar: primero les amenazaron con expedientes disciplinarios, inhabilitaciones vitalicias y suspensiones de matrícula. Pero resistieron.
   Luego, iracundos, hablaron de sacarles por la fuerza. Sonaba poco creíble, así que resistieron.
   Pero hoy les han atacado duro. Durante la noche han instalado pantallas gigantes alrededor de la biblioteca y desde temprano proyectan en bucle los programas de televisión de mayor audiencia.
   Tratan de resistir leyendo, pero sus fuerzas empiezan a flaquear.


Chiquilladas

28 :: 08-11.may.2017
   Desde ese día nadie vende barquillos en el parque. Ha cambiado mucho. Ya no está la cabina, han movido la parada del autobús y ni rastro del puesto de Tomás. ¡Qué viejo cabrón! Cómo nos regañaba cuando jugábamos al balón y dábamos algún pelotazo que le desordenaba las chuches.
   Ese día el enfado fue tremendo y decidimos vengarnos tirándole unos petardos. Sólo queríamos reírnos un poco, ¿cómo íbamos a imaginar que el puesto ardería así?
   No creo que fuera el hombre que estaba hoy junto a la parada, pero al ver cómo levantaba sus manos deformadas por las cicatrices para enseñármelas, he preferido darme la vuelta, por si acaso.


No hay que precipitarse

27 :: 01-04.may.2017
   Ya voy, no me metas prisa, tenemos tiempo de sobra. No hay que precipitarse, como dice siempre el Jefe, estos trabajos hay que hacerlos con calma.
   Sentémonos aquí, así vemos bien la puerta. ¿Qué te apetece tomar?
   Tranquilo, cuando llegue y nos vea no va a sospechar nada. Es un buen tipo, aunque no muy listo. ¿Cómo pudo pensar que el Jefe no iba a ver que faltaba dinero después de lo del banco del otro día? Mira, ahí viene…



Tiempo

26 :: 17-27.abr.2017
   8 de diciembre de 1980. 1 de mayo de 2017. 
   13294 días.
   Casi 450 meses.
   Cuando piensas en casi dos mil lunes, dos mil fines de semana, casi cuarenta veranos, parece que es mucho tiempo, pero qué corto se ha hecho para quienes no íbamos en ese coche…


La escafandra

25 :: 10-13.abr.2017
   El traje era auténtico, eso quedó claro al verle llegar con la escafandra, las suelas de plomo y los treinta metros de manguera enrollados en el brazo. Debió molestarle que bromeáramos con que un traje de verdad no era un disfraz. Y entonces dijo, aunque con la escafandra se le oía fatal, que prefería no bailar, que se enredaba con el tubo, y que mejor se quedaba en la piscina durante la fiesta. No hubo forma de convencerle.
   Nadie recuerda cuándo se cayó la manguera al agua. Fue por la mañana cuando nos extrañó que siguiera al fondo, tan quieto, sin echar burbujitas…



Encuentros

24 :: 03-06.abr.2017
   Subió los diez pisos hasta la azotea. Mientras subía por las escaleras oía al lado el motor del ascensor. Él un poco adelantado, unos escalones más arriba. No muchos. Los justos para llegar un segundo antes de que se abriera la puerta y saliera ella y él pudiera hacerse el encontradizo y buenos días cómo estás y entonces seguir subiendo despacio como si nada. Y ella buenos días y sacar las llaves y abrir su puerta y hasta luego. Y él vuelta a bajar por la escalera, ahora sin prisa, soñando que quizá mañana podrían volver a encontrarse y tal vez charlar algo más.



Iceberg

23 :: 20-30.mar.2017
   Sólo le quedaba un cigarrillo. Lo encendió con calma. Ya no se oían gritos abajo, en la cubierta. Desde la cruceta, en lo alto del mástil, muy inclinado ya, esperaba. Mientras daba una última calada vio como amanecía por detrás del hielo.



Misión cumplida

22 :: 13-16.mar.2017
   Se asomó sola por la escotilla para ver amanecer. En la costa vio la señal de quienes le habían encargado el trabajo y ya estaban allí para recogerla. Era muy buena nadadora y el mar estaba tranquilo, así que no le costaría llegar a la playa dando unas cuantas brazadas. Detrás de ella, en el suelo, aún tibio, estaba el cadáver del capitán. Era agradable sentir el aire fresco en la cara, pero tenía que darse prisa, en poco tiempo le echarían de menos en cubierta. Otra vez había sido fácil, los piratas ya no son lo que eran.



Un tipo normal

21 :: 06-09.mar.2017
   El malvado Luthor había puesto kryptonita en la bodega. Cuando la vi me pareció una chorrada, pero es que ese tío está fatal. Lleva mucho tiempo diciendo que es el malo de Supermán y se cree que me molesta dejando esa cosa verde por ahí. Hay que estar majareta para pensar que vengo de Krypton. Mira que se lo he dicho veces, que a mí la kryptonita no me hace nada, que soy un tipo normal y corriente al que le picó una araña. En fin, vamos a repartir las pastillas, que sólo queda media hora para la cena y luego siempre acabamos el turno a la carrera.



Lo mejor del mundo

20 :: 20-02.mar.2017
   Cerró los ojos y sopló las velas.
   Pensó en su madre y en sus hermanos. Pensó en el parque al que le gustaba ir con sus amigas a jugar y en una muñeca que le había regalado su padre. Pensó en amigos que hoy no habían podido venir. Pensó que cumplir años era lo mejor del mundo.
   Al abrir los ojos vio a sus hijos y sus nietos y sus bisnietos cantando alrededor de la mesa y pensó un deseo: volver a celebrar su cumpleaños, los noventa y siete, el año que viene.



Burbuja

19 :: 13-16.feb.2017
   En el lugar más recóndito de la isla construí una cabaña. Era sencilla pero acogedora. Viví allí varias semanas hasta que se la alquilé a los siguientes náufragos que llegaron. Entonces hice alguna más y ellos hablaron de mi isla a otros náufragos. Al cabo de unos meses tenía doce cabañas. Han pasado un par de años y ahora ocupan casi toda la isla. Durante un tiempo me ha ido muy bien, aunque con la crisis hay menos náufragos y lo cierto es que con tanta cabaña la isla ha perdido algo del encanto que tenía…



Refugio

18 :: 06-09.feb.2017
   Debo decidir cuándo salgo de aquí. Se deben de haber ido. No oigo ningún ruido fuera. Quizá podría salir ya de este baño apestoso sin que nadie me moleste. Pero si subo ahora tendré que entrar mientras me miran todos desde sus pupitres. Y explicar por qué llego tarde. Y al bajar al recreo será otra vez lo mismo y cuando quieran pegarme y se metan conmigo tendré que volver a encerrarme aquí para que me dejen en paz. Vuelvo a oír ruido fuera. Voy a esperar un poco. Total, ¿qué importa si hoy no doy clase a esos energúmenos?



Ruido

17 :: 30-02.feb.2017
   El armario donde acababa de encerrar a su muñeca era demasiado estrecho. Ya lo había intentado otras veces y sabía que allí no cabían las dos juntas. Después de acomodarla dentro y cerrar con cuidado la puerta, ella se metió en la cama, se tapó con el edredón y se cubrió la cabeza con la almohada. Aunque aún oía los gritos y los llantos que llegaban desde el salón, al menos su muñeca podría descansar en silencio. Y así no tendría que consolarla luego, durante el resto de la noche, cuando el ruido parara.



Juegos de cama

16 :: 16-19.ene.2017
   —No quiero volver a verte nunca más —me dijo sonriendo. 
 —Vale —contesté. Y cerré los ojos con fuerza hasta hacerme invisible.
   Y reía mientras yo recorría de nuevo su cuerpo como una brisa que agitara las sábanas.



Optimismo

15 :: 09-12.ene.2017

Finalista semanal lunes 16 de enero
   Para implorarle que vuelva a casa le aseguré que haría cualquier cosa que me pidiera. «Lárgate tú», me dijo con esa sequedad suya a la que últimamente nos habíamos acostumbrado.
   No era así el plan con el que yo me había ilusionado, pero me hace feliz saber que ha vuelto. Me alegra imaginar que se sienta en nuestro sofá, duerme en nuestra cama y escucha nuestros discos. Aún no tengo muy claro cómo, pero yo creo que lo nuestro tiene arreglo.



Familia

14 :: 02-05.ene.2017
   ¿Es que no tuviste bastante con la muerte de la tía Irene? Nos habíamos acostumbrado a tus ironías sobre que éramos demasiada gente en la familia. Aunque no nos hicieran ninguna gracia, pensábamos que bromeabas y no hacíamos caso. Luego ocurrió lo del tío Pedro y lo de la abuela. También en tu casa, tan seguido. Ayer me llamó mamá para decirme lo de la prima Laura. Me apetecía veros esta noche, pero ya le he dicho que me ha surgido un imprevisto y no iré a tu casa a cenar.



Aprendizaje

13 :: 19-29.dic.2016
   Desde una viga del techo calculo la altura. Con algo de inseguridad suelto las manos y me dejo caer. Llego al suelo suavemente, como si me frenaran algodones.
   Para subir de nuevo estiro la barbilla hacia arriba y mis pies vuelven a separarse despacio del suelo. Enseguida braceo buscando un sitio al que agarrarme, como quien no nada bien y se mete en una piscina que cubre.
   Dentro de unos días lo intentaré fuera de casa. Aún tengo que practicar mucho, pero sí, desde esta mañana puedo volar.


Postdata

12 :: 12-15.dic.2016
   …Te quiere, mamá.
P.D. Por cierto, no vengas mañana a comer. Tu padre y yo tenemos que ir a ver a la abuela. Por lo visto últimamente pasa mucho tiempo con un señor que ha conocido en la residencia. Incluso pidió que la cambiaran de habitación para compartir una con él. Nos hizo gracia, claro, y nos gustó oírla tan contenta. Pero ayer llamaron diciéndonos que tenemos que hablar con ella. Ya te contaremos, pero parece que hay mucha gente quejándose porque tu abuela y su amigo no dejan dormir a nadie con tanta risita y tanto gemido nocturno.



Todo va a ir bien

11 :: 05-08.dic.2016
   El otro, hombre o mujer, siempre muerto de miedo, me espera. Yo, tranquilo, me acerco y me siento a su lado. Sé que le asusto, pero aún así permanece sentado, sin moverse. A veces llora, se marea o trata de hablar para pedir que no le haga daño. Pero ahí sigue, esperando en silencio. Le digo que todo va a ir bien y que cuando se vaya se sentirá mejor. Me cree. Le acerco la lámpara a la cara, le pido que abra la boca y enciendo el torno. Sé que doy miedo y a veces me gusta.



Pedagogía

10 :: 21-01.dic.2016
   De un certero bocado, le arrebató el pincel a su alumno.. Tomó distancia para mirar el cuadro y corrigió algunos tonos aquí y allá. El cuadro era malo, tenía mal arreglo y así se lo explicó al grupo, analizando defectos y proponiendo alternativas.
   Quien pinta no es vuestra mano, sino vuestra mente, vuestro ojo y vuestro corazón, les decía.
   A veces se desesperaba con sus alumnos durante las clases. Que todos tuvieran las dos manos no podía ser una excusa para que no se concentraran más y pintaran mejor. Mientras, ellos seguían mirándose las manos como si fuera allí donde estaba el secreto.



La isla

9 :: 14-17.nov.2016
   No era el mar pero se le parecía. Había perdido la cuenta de los días que llevaba en la isla. No recordaba cómo había llegado a ella y no sabía cómo abandonarla.
   La había rodeado muchas veces y desde cualquier punto de la costa siempre veía tierra en el horizonte. Una tierra lejanísima, inalcanzable, a veces casi irreconocible entre la niebla, al otro lado de una enorme extensión de agua enfurecida e intransitable.
   Un día supo que no había nada al otro lado que no pudiera vivir en la isla.
   Decidió quedarse.
   Entonces el agua se calmó…



Reality Show

8 :: 07-10.nov.2016
   Espero que puedas perdonarme. La gente del equipo me ha pedido que sea yo quien hable contigo. Sé que no te va a gustar, pero tenemos que terminar con ésto. Al principio era divertido y nos hizo ganar mucho dinero, pero nunca pensamos que llegaríamos hasta aquí. Es el momento de cerrar esta farsa antes de que se nos vaya de las manos del todo. En realidad nadie te toma en serio, Donald. Asúmelo, lo nuestro es la televisión, no la política. Las cámaras están preparadas. Por favor, sal ahí, pide disculpas y di que todo ha sido una broma de mal gusto.


La jarra de leche

7 :: 24-03.nov.2016
   Sigo observando mi trocito de cielo mientras la señora escribe. Llevábamos semanas esperando un día soleado en Delft. El señor quiere que vuelva a subir con él a su estudio. Dice que tiene que aprovechar esta luz.
   Pobre, le gustaría pasar a la historia como un gran pintor, pero yo creo que a nadie le interesarán dentro de tres siglos sus pocos cuadros, siempre iguales: una ventana y al lado una mujer leyendo una carta, alguien tocando un laúd, una criada cosiendo…
   Me ha dicho que lleve una jarra de leche y unos trozos de pan. ¡A ver qué se le ha ocurrido esta vez!



Ingratitud

6 :: 17-20.oct.2016
Al otro lado de la ventana mi socio ha llegado con unas botellas de vino y algo de comer. Ha venido todo el mundo: la familia, los amigos de siempre, muchos empleados… Brindan entre risas, abrazos y apretones de manos. Cuando alguna vez pensé en este momento no imaginé que se convertiría en una fiesta. Después de toda una vida siendo padre, marido y empresario ejemplar, después de todo lo que he hecho por ellos, y ahora parecen encantados de que un infarto me haya hecho terminar el día detrás de este vidrio, rodeado de coronas y ramos de flores.



Desliz

5 :: 10-13.oct.2016
Cuando se prendieron las cortinas de la cocina faltaban unos minutos para las doce. A y cinco llegaría Sor Joaquina, puntual como siempre, a revisar que todo estuviera en orden. Iba a ser difícil explicarle lo que había pasado cuando entrara y nos viera medio desnudas, muertas de risa, asustadas. Llevábamos un tiempo hartas de aquella vida, pensamos muchas veces en dejarla pero nos costaba decidirnos. Unas bromas mientras cocinábamos, unas caricias fuera de lugar, un descuido al besarnos junto a los fogones y, de repente, las llamas, que ya llegaban a las vigas de madera del techo, habían decidido por nosotras.



Cosas de niños

4 :: 26-29.sep.2016
Poco antes de que los domingos fueran amargos ella era feliz viviendo con él. Le gustaba recibirlo cuando llegaba a casa o tumbarse a su lado en el sofá y que le acariciara la cabeza mientras leía.
Hace unos meses él modificó el convenio que tenía con su exmujer y ahora sus niños pasaban todos los domingos en casa. La despreciaban. Para ellos era sólo un juguete que podían maltratar y humillar a su antojo.
Él sabía lo que estaba ocurriendo y no hacía nada para evitarlo. Eso era lo peor. Hoy mismo habían echado arena de su bandeja en su cuenco de comida. Odiaba a esos niños...



Gluten

3 :: 19-22.sep.2016
Y le manchaba los dedos de harina al entregarle el paquete. A veces, además del pan, le pedía magdalenas o colines. Así podía sentir de nuevo el tacto de su piel. Al llegar a casa metía todo en una bolsa, la cerraba con cuidado y la dejaba junto a la puerta para luego dársela a la vecina. Después se lavaba bien las manos.
Aún no sabía cómo decirle al chico del obrador que no había probado ni un bocado de lo que le compraba cada día, que iba al mercado cada mañana sólo para verle, oír su voz y rozar sus dedos manchados de harina.



¿Qué animal quieres hoy?

2 :: 12-15.sep.2016
El lápiz con el que ella, cada mañana, se lo dibujaba parecía tan vivo como el animal que con unos pocos trazos hacía aparecer ante su vista mientras desayunaban: un león, un dromedario, un delfín… Al terminar doblaba el papelito, se lo llevaba al colegio para que le acompañara durante el día y cuando volvía a casa lo guardaba en una carpeta con el resto de la colección.
Hace mucho tiempo que su madre no le reconoce, pero cada vez que va a visitarla ella saca del bolsillo un lápiz y un papelito y le pregunta qué animal quiere llevarse hoy al colegio.



¿Quién eres tú?

1 :: 5-8.sep.2016
El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca. Quizá si hubiera sido un lunar normal, redondito y moreno, uno de esos cientos de lunares que veía cada día trabajando, hubiera dudado. Pero no había duda posible. Acercó a la nuca del hombre tumbado en la camilla su muñeca izquierda. Miró a una y a otra. Eran idénticos. Los dos lunares parecían estar hechos con el mismo troquel.
Dio el masaje intranquilo, sin la seguridad con la que solía trabajar. Se despidió incómodo, estirándose un poco la manga de su bata, mientras evitaba mirar al cuello del cliente.

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