miércoles, 25 de mayo de 2016

gente que lee (90)

Un niño leyendo entre las ruinas de una librería en Londres tras el bombardeo del 8 de octubre de 1940.

1 comentario:

  1. Si he perdido la vida, el tiempo, todo
    lo que tiré, como un anillo, al agua,
    si he perdido la voz en la maleza,
    me queda la palabra.

    Si he sufrido la sed, el hambre, todo
    lo que era mío y resultó ser nada,
    si he segado las sombras en silencio,
    me queda la palabra.

    Si abrí los ojos para ver el rostro
    puro y terrible de mi patria,
    si abrí los labios hasta desgarrármelos,
    me queda la palabra.

    BLAS DE OTERO

    ResponderEliminar