jueves, 12 de noviembre de 2015

Sin rumbo fijo

El mundo actualmente está lleno de chicos así que andan de acá para allá sin rumbo fijo. No logra uno imaginarse cómo van a llegar a viejos. Da la impresión de que no van a envejecer nunca. De que están condenados a quedarse siempres así, sin casa, sin familia, sin un horario de trabajo. Sin nada. Con sus cuatro trapos, y se acabó. Nunca han sido jóvenes, así que cómo van a hacerse viejos.

De la novela Querido Miguel [1973] de la escritora italiana Natalia Ginzburg [1916-1991].

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